La hipersexualización en la infancia

La hipersexualización es la acción de dar gran relevancia a las características sexuales; es darle a alguien un significado sexual; en este caso a los niños y niñas, exaltar características sexuales a una edad inapropiada (sabiendo que en la adolescencia estas características toman relevancia por el propio desarrollo sexual que atañe a esta etapa del desarrollo humano).

Con el fenómeno de la hipersexualización, existe un gran riesgo para el desarrollo del autoconcepto, pues niños y niñas crecen comparando su apariencia y desarrollando una autoimagen y valía personal que no va acorde con los modelos de comparación, por obvias razones.
Uno de los mayores riesgos es que al existir esta comparación, se asignan un valor según cómo se vean: “me veo como él o ella, valgo tanto como él o ella” y lo mismo en el sentido contrario.
Esta distorsión en el autoconcepto, puede acarrear además, trastornos de la conducta alimentaria como anorexia y bulimia, además de las distintas consecuencias físicas y mentales que acarrean dichos trastornos.

Hipersexualización de las niñas

En las niñas podemos ver actitudes de interés por el arreglo personal de forma precoz, por ejemplo, uso de maquillaje, no como un juego de imitación a la madre, sino con el fin de “verse mejor o más atractivas”; lo mismo con el uso de la ropa.

Hipersexualización de los niños

Los niños pueden llegar a ver el “tener varias novias” como una conducta socialmente aceptada, porque el adulto pregunta con gran naturalidad “¿cuántas novias tienes?”.
En general, la hipersexualización hace que los niños pierdan una parte importante de su infancia, porque el tiempo valioso para dedicar a los distintos juegos que permiten desarrollar habilidades motoras y cognitivas, descubrir el mundo y lo que ofrece, está dedicado a luchar por una imagen innecesaria e inalcanzable, de un pequeño, intentando ser y comportarse como un adulto que, además debe agradar.

Recomendaciones para evitar caer en esta práctica

Las recomendaciones van orientadas a permitir que los niños desarrollen las características físicas y psicológicas apropiadas a su edad.

La sexualidad siempre va a estar presente y es bueno abordarla según vayan surgiendo las dudas en niños y niñas, pero siempre teniendo presente que las explicaciones deben ser dadas respetando la etapa del desarrollo en que se encuentra cada uno.

Evitar la normalización de cualquier conducta inapropiada para para la etapa del desarrollo del niño y la niña.

Limitar el acceso a la tecnología y que sea siempre con supervisión, pues allí hay mucho contenido que expone al niño y a la niña a información para la que pudieran no estar preparados para procesar.

Reforzar el autoconcepto de los niños y niñas desde que nacen es básico, pues esto les dará un escudo protector ante la exposición inevitable de estos modelos de comparación.

Elogiar el esfuerzo, enfocarse en las virtudes y fortalezas, dedicar tiempo de calidad, son formas bien sencillas de reforzar el autoconcepto.

El respeto a la integridad de los niños es un derecho, que al ser respetado, permite que su personalidad se desarrolle libre de traumas, con el máximo bienestar físico y mental posible. 

Cuidemos de nuestros niños, respetemos su crecimiento, adaptémonos a su ritmo y brindemos un espacio sano para que puedan ser felices.

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