Eligiendo los cuidadores de nuestros hijos

En el desafiante rol de ser padres, una de las decisiones más difíciles y comunes que enfrentamos es confiar el cuidado de nuestros hijos a otras personas. Ya sea por necesidades laborales o situaciones puntuales, a menudo recurrimos a familiares, amigos o vecinos para cuidar a nuestros pequeños.

Es natural tener precaución al dejar a nuestros hijos en manos de extraños; sin embargo, ¿Qué sucede cuando la confianza se deposita en personas conocidas, en aquellos que forman parte de nuestro círculo cercano?

¿Te has detenido a considerar que, aunque sea natural desconfiar de extraños, muchas veces descuidamos la precaución al dejar a nuestros hijos con personas conocidas?

Una alarmante realidad

La estadística es contundente: aquellos en quienes más confiamos, como familiares, amigos o vecinos, son, desafortunadamente, los perpetradores más frecuentes de abuso infantil.

Esta alarmante realidad plantea la urgente necesidad de reevaluar nuestros estándares de seguridad y protección para nuestros hijos.

A menudo, dejamos de lado las verificaciones y precauciones habituales cuando se trata de personas conocidas, asumiendo incorrectamente que su familiaridad con nosotros es garantía suficiente de seguridad para nuestros pequeños. Sin embargo, comprender la realidad del abuso infantil es fundamental para salvaguardar la integridad de nuestros hijos, incluso en entornos que consideramos seguros y de confianza.

¿Qué debemos hacer?

Educación preventiva

Enseñar a los niños sobre su cuerpo, límites personales y conceptos básicos de seguridad esencial. Explicarles que ciertas conductas o situaciones no son adecuadas, independientemente de quién las propicie, puede ayudarles a reconocer y reportar comportamientos inapropiados.

Comunicación abierta

Fomentar un entorno donde los niños se sientan cómodos al expresar cualquier incomodidad o preocupación es fundamental. Incentivar la comunicación abierta y sin juicios sobre cualquier experiencia que les genere malestar es clave para detectar posibles situaciones de riesgo.

Observación constante

Aunque la persona sea conocida, es importante estar atentos a cualquier señal de alerta en el comportamiento del niño. Cambios drásticos en su actitud, miedo inexplicable o comportamientos inusuales podrían ser indicios de una situación preocupante.

Además, golpes constantes o moretones sin una explicación validada por el niño, miedo o rechazo hacia el cuidador o hacia alguna otra persona que frecuente ese espacio, son otras señales a las que hay que estar atentos.

Estar observando de manera constante y prestar atención a cualquier cambio en el comportamiento o en las interacciones del niño es fundamental para detectar posibles situaciones de riesgo y actuar a tiempo para proteger su seguridad y bienestar.

Uso de elementos tecnológicos para monitoreo

La instalación de elementos tecnológicos como cámaras de seguridad o aplicaciones de monitoreo permite a los padres supervisar el cuidado de sus hijos de forma remota.

Estos sistemas brindan una capa adicional de seguridad y tranquilidad a los padres, permitiéndoles estar al tanto de la interacción entre el niño y el cuidador, así como de las actividades en el entorno donde se encuentre el niño. Sin embargo, es crucial utilizar estos recursos de manera responsable y ética, respetando la privacidad de los niños y comunicando claramente su uso a todos los involucrados en el cuidado del menor.

Establecimiento de normas y límites

Como padre, es importante sentirte en la libertad de establecer normas en cuanto al trato que se debe dar a tus hijos, incluso cuando están bajo el cuidado de otros.

Comunicar claramente las expectativas sobre evitar los castigos, gritos y regalos condicionados ayuda a garantizar un ambiente de cuidado respetuoso y amoroso. Además, es esencial solicitar que se respete la alimentación establecida en casa para mantener la coherencia en la dieta y hábitos alimenticios de los niños.

Estas normas no solo promueven un ambiente de cuidado más saludable y positivo, sino que también refuerzan la consistencia en la crianza de los hijos, independientemente de quién esté a cargo de su cuidado en determinados momentos.

#UniendoVocesSalvamosInfancias

En conclusión, la elección de cuidadores debe ser realizada con extremo cuidado, realizando verificaciones, estableciendo normas claras y comunicando expectativas para mantener un ambiente seguro y de confianza para nuestros pequeños.

Te invitamos a ver el mensaje que nos comparten Rosa Montezuma y la niña Elizabeth Ortega, en el marco de la la campaña de prevención 2023  #UniendoVocesSalvamosInfancias. La atención que ponemos al elegir a cuidadores, amigos, familiares o cualquier persona involucrada en la vida de nuestros hijos es crucial para su bienestar y seguridad.

Yaniselly Quintero​

Psicóloga Clínica

Comparte, juntos podemos crear un escudo de protección para la niñez.
Carrito de compra
Scroll al inicio