Mitos y verdades acerca del abuso sexual infantil

El abuso sexual infantil, se ha considerado un tema tabú por mucho tiempo, debido al miedo que se tiene hablar del mismo, es por ello que en ocasiones no se informa debidamente.

A continuación, le mostramos otros mitos a desmentir sobre esta problemática mundial:

Mitos

Verdades

Los abusos sexuales contra los niños, niñas y adolescentes no son frecuentes.

Según datos de la OMS, 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres adultos declararon haber sufrido abusos sexuales en la infancia.

Las víctimas de abuso son niños y niñas en edad adolescente, que podrían defenderse si quisieran.

Las víctimas más comunes son niños y niñas entre los 4 y 11 años, aunque puede darse en todas las edades y aunque quisieran defenderse no pueden.

El abusador o abusadora es, por lo general, un desconocido o desconocida, fácil de detectar.

En la mayoría de los casos, el abusador es un familiar, alguien a quien el niño o niña conoce bien, un amigo o amiga mayor, un maestro o maestra, o un vecino o vecina de quien nadie sospecha

El abuso es un ataque violento que deja huellas visibles en el niño o niña.

El abusador o abusadora por lo general no es violento. La mayoría de los abusadores o abusadoras utilizan la persuasión, amenazas y sobornos antes que la fuerza física, para no dejar evidencias visibles.

El abuso sexual de niños o niñas, usualmente, se presenta como un hecho aislado y esporádico.

Lo más corriente es que el niño o niña sea sometido a experiencias sucesivas de abuso sexual. Como el niño o niña es obligado a mantener la actividad en secreto, la conducta puede continuar por años sin que sea detectada. El abuso repetido es mucho más dañino que una experiencia aislada.

El abuso, generalmente, ocurre en lugares solos tales como parques, lotes, o campos baldíos.

El abuso sexual frecuentemente ocurre en la propia casa del niño o niña, en la casa de un pariente, de un amigo o amiga, o en la escuela.

Los niños y las niñas a menudo inventan historias de abuso sexual.

Los niños y niñas, por lo general, no tienen el vocabulario preciso para describir una actividad sexual adulta no vivida, ni quieren mentir sobre algo que puede ponerles en grandes problemas.

La falta de violencia física en el abuso sexual de un niño o niña demuestra que este cooperó en el hecho.

Amenazas verbales, coacción e intimidación son dos métodos utilizados frecuentemente para obligar a los niños y niñas a participar. Los niños y niñas no tienen capacidad para consentir actividades de tipo sexual.

Los abusadores o abusadoras sexuales son personas dementes, homosexuales, o con retardos mentales.

Muchos abusadores y abusadoras sexuales parecen ciudadanos o ciudadanas responsables y respetables. Pueden estar casados o casadas y con un comportamiento aparentemente normal en muchos campos.

Es importante abrir los espacios para el diálogo con los niños(as) y adolescentes, que puedan comunicar sus emociones, sentimientos y lo que les ocurre a diario, así, podremos ayudarlos y orientarlos en sus vidas.

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