Descubriendo las claves para una relación más cercana con nuestros hijos.
Exploramos las razones detrás de la dificultad que algunos padres experimentan en su rol y cómo superar los desafíos para construir relaciones más fuertes con nuestros hijos.
¿Alguna vez te has cuestionado por qué a veces te cuesta ser el padre que deseas ser? En este post, desvelaremos las respuestas y te ofreceremos herramientas para fortalecer tu conexión con tus hijos.
Ser padre puede ser un viaje maravilloso, pero también presenta sus retos. A menudo, nos encontramos preguntándonos por qué ciertas situaciones nos abruman o nos generan conflicto.
Estos son algunos ejemplos reales que nos comparten algunos padres de familia:
“A la edad de 29 años había logrado todo lo que quería: mi carrera, una maestría, trabajo fijo con buena remuneración y el novio esperado. Escuchaba frecuentemente que lo que me faltaba para ser absolutamente feliz, era ser madre. Ahora que miro las cosas en retrospectiva, también lo creía. Luego de casarme, llega mi bebé. ¡Ya tenía la familia deseada! … pero no me sentía así”.
“Sigo sin entender porque mi ex esposa se desvive tanto por mi hijo. Todo es para él. A mí me gusta que todo sea a mi tiempo. Él tiene que aprender que es a mi manera. Eso nos trae muchos conflictos”.
“A veces pienso en lo feliz que era estar soltera y me siento nostálgica. Quiero a mis hijos, pero me sobrepasan. Añoro mi vida. El dinero no alcanza, todo es caro. Nadie me dijo que esto iba a ser así. Hay tanto por hacer, salir, conocer y yo criando niños. Lo peor, nadie me ayuda”.
“No entiendo de qué se quejan si por ellos 3 he hecho de todo. Sólo los corrijo para que aprendan. A su edad, yo hacía eso y más”.
Las razones detrás de estas emociones
Cuando a una persona le cuesta ser padre activo de sus hijos, estamos hablando de algo más que tener estrés por dinero o por falta de tiempo.
El estrés por la carencia del dinero, por la enfermedad, por estar lejos de sus hijos provoca agobio a los padres, así como miedo y en ocasiones angustia; sin embargo, no altera el amor que se siente por ellos. Todo lo contrario, genera impotencia el no poder darles lo mejor en todo sentido.
Cuando hablamos de que para algunos es complejo ser padre, estamos adentrándonos en temas de personalidad, trauma emocional, apego, expectativas, entre otros.
Exploremos las razones detrás de los sentimientos de inseguridad y dudas que algunos padres enfrentan en su rol, y cómo se pueden superar estos obstáculos para ser padres más amorosos y conscientes.
Expectativas realistas
Para ser padres suficientemente buenos (más no perfectos) necesitamos revisar nuestras expectativas sobre los hijos. Verlos como en realidad son, comprender en qué se parecen y en qué no se parecen a nosotros. No están llamados a ser nuestras copias, ni a resolver lo que hemos dejado pendiente en la vida.
Un amor sano por los hijos
Entender qué conlleva un amor sano por los hijos es vital para que la relación sea buena. A menudo vemos padres que por años mantienen conflictos severos con sus propios padres. La realidad es que es una situación dolorosa y que puede trascender a las siguientes generaciones.
En el seno familiar aprendemos normalmente cómo expresamos afecto, cómo perdonamos o no, cómo nos vemos a nosotros mismos, la forma en que resolvemos los problemas y muchas cosas más.
Al ser padres copiamos y somos modelo para nuestros hijos. Poder revisar nuestra historia familiar y la manera en que recibimos amor, a la luz de la comprensión, nos ayudará a cuidar la relación con nuestros hijos.
Sanar heridas emocionales
Todos podemos tener situaciones no resueltas en nuestras vidas. En ocasiones aquellas que son de arrastre, por ejemplo: abuso sexual, violencia en cualquiera de sus formas, etc. se vuelven piedras pesadas en nuestras maletas emocionales. Y por más que anhelemos esconderlas, pueden filtrarse en el momento menos pensado.
Crianza consciente en la era de las distracciones digitales
Lo anterior nos lleva a revisar el entorno. Ya vimos que la familia aporta múltiples formas de respuesta a los miembros. Del mismo modo el ambiente moldea a las personas.
En un mundo que está actuando desconectado de las relaciones y conectado en la tecnología, donde hay tanto vacío personal se observa que las prioridades cambiaron.
Se busca gratificación constante, fuera de uno mismo: likes, alcohol, cigarrillos electrónicos, pornografía, comida, compras impulsivas entre otros; pareciera que estar conectados con nosotros mismos es más difícil y bajo esta luz, ser papá también lo es.
Algunos hijos compiten con padres adolescentes emocionalmente, que están desesperados por vivir “su vida” y “no perderse ni un instante de esta nueva forma de adolescencia” buscando llenar el vacío. Vemos con dolor gran egoísmo e incapacidad para apoyar, escuchar, atender a los hijos y velar por ellos.
La paternidad es un viaje de crecimiento y aprendizaje constante
Pareciera que actualmente no se comprende lo que realmente es ser un padre. La invitación es para revisar lo que nos pasa al estar en contacto con nuestros hijos. Siempre se puede hacer algo. Siempre podemos crecer. Busquemos ayuda oportuna, esta es la magia de este siglo: mucha información al servicio de todos, sólo debemos buscar en el lugar correcto.
Revisar nuestras experiencias pasadas, nuestra forma de conectarnos con nosotros mismos y con nuestros hijos, nos brinda la oportunidad de crecer como padres y construir relaciones más sólidas.
En la Fundación Unidos por la Niñez, creemos que cada paso hacia una crianza más plena y amorosa es un paso hacia un futuro más saludable para nuestras familias y la sociedad.
Te invitamos a buscar ayuda y apoyo cuando lo necesites. Juntos, construyamos un mundo donde cada niño pueda crecer y desarrollarse plenamente, rodeado de amor y cuidado.
Erika Cerrud
Terapeuta de familia